Nada se borra por completo, al final todo pasa a ser una parte de nosotros. Hasta esas 20 mil fotos que tomamos para aprender a querernos y no sentirnos tan solos de alguna manera...
Pues sabes que a mi me pasa algo extraño con las fotos, y estoy de acuerdo con tu reflexión, pero últimamente las fotos que veo como más preciadas me las guardo para compartirlas con aquellas personas con las que realmente me apetece compartirlas. Curioso. Tengo mis joyas digitales ocultas para protegerlas de la selva llamada Social Media.
Durante el vuelo de mi viaje a Berlín he leído los 2 libros que compré recientemente en tu web. Los tengo marcaditos para comentar. Me han gustado los dos.
Tantos por si acaso que cuando haces limpieza te das cuenta que se quedan espacios vacíos. Que realmente no aportaban porque eran solo "el banquillo" de todo lo que necesitamos. Lastima que cuando se eliminan el vacío queda igual. Y ahí es donde damos valor no al pornsi acaso en sí, sino que nos damos cuenta que al final ni el banquillo nos sirvió para darnos aquello que anhelábamos. Como siempre otro domingo más con letras que mueven, suman y llenan.
Gracias, Enric. Esos mails y todos esos recuerdos que quizás no volvamos a tocar son una pequeña prueba de que pasamos por aquí.
Anoche vi una película con mis hijas: About time. Una película fácil de entender pero con un final que me hizo pensar en qué momentos elegiríamos revivir. Y va mucho más allá de esos instantes que ahora compartimos en redes.
Tantos por si acasos que ocupan más espacio que lo realmente importante. Y cuando llega el momento de eliminarlos definitivamente y te das cuenta de que solo eran eso " por si acaso" sientes una mezcla de ligereza y en ocasiones vacío.
Nada se borra por completo, al final todo pasa a ser una parte de nosotros. Hasta esas 20 mil fotos que tomamos para aprender a querernos y no sentirnos tan solos de alguna manera...
Tantos por si acaso que tapamos el presente con ellos y nos olvidamos de vivirlo
Saber que están, aunque a veces ni siquiera los podamos encontrar.
Totalmente de acuerdo, si te lo paras a pensar es como si tuviéramos síndrome de Diógenes…
Pues sabes que a mi me pasa algo extraño con las fotos, y estoy de acuerdo con tu reflexión, pero últimamente las fotos que veo como más preciadas me las guardo para compartirlas con aquellas personas con las que realmente me apetece compartirlas. Curioso. Tengo mis joyas digitales ocultas para protegerlas de la selva llamada Social Media.
Durante el vuelo de mi viaje a Berlín he leído los 2 libros que compré recientemente en tu web. Los tengo marcaditos para comentar. Me han gustado los dos.
Tantos por si acaso que cuando haces limpieza te das cuenta que se quedan espacios vacíos. Que realmente no aportaban porque eran solo "el banquillo" de todo lo que necesitamos. Lastima que cuando se eliminan el vacío queda igual. Y ahí es donde damos valor no al pornsi acaso en sí, sino que nos damos cuenta que al final ni el banquillo nos sirvió para darnos aquello que anhelábamos. Como siempre otro domingo más con letras que mueven, suman y llenan.
Gracias, Enric. Esos mails y todos esos recuerdos que quizás no volvamos a tocar son una pequeña prueba de que pasamos por aquí.
Anoche vi una película con mis hijas: About time. Una película fácil de entender pero con un final que me hizo pensar en qué momentos elegiríamos revivir. Y va mucho más allá de esos instantes que ahora compartimos en redes.
Tantos por si acasos que ocupan más espacio que lo realmente importante. Y cuando llega el momento de eliminarlos definitivamente y te das cuenta de que solo eran eso " por si acaso" sientes una mezcla de ligereza y en ocasiones vacío.