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Cuéntame es una de esas series que me han acompañado en la vida. La he visto a temporadas, era religión en casa madre los jueves, y recuerdo que, nada más casarme, lloré el primer capítulo sola en mi salón. Me faltaba algo. Vi algunos episodios aislado de la época COVID, pero estos 7 me los he visto todos porque era el momento de cerrar una etapa. Lloré muchísimo, eso sí, porque mi abuela ya no está con nosotros y ver morir a Herminia fue como perderla otra vez. Cuéntame es la historia de una vida. También es un poco la historia de la nuestra.

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Dios, no sabía que había muerto. Con esa serie veía la tele en la aldea, con la familia. Todos veíamos la misma serie, a la vez. Sin planear. A la hora que se emitía, quedándonos sin dormir hasta tarde ese día. Quizá esa manera de vivir era mejor que sentarse a elegir una película o serie entre millones en un Netflix cada día de menos contenido de calidad. No lo sé. Quizá aquellos años de Cuéntame eran mejores o quizá sólo es nostalgia.

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Me he gustado mucho Enric. Toda la razón. En uno de esos entrenamientos escribí: "Lo bonito de la primavera, es que trabaja mucho tiempo en silencio, para luego tener como resultado algo que todos disfrutan".

Tu texto me lo ha recordado, gracias.

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Hola Enric! Me resuenan mucho tus palabras en el apartado de el trabajo en el sombra, ese que no se ve, pero que cuando llegan los resultados, muchos piensan que es suerte 🍀🍀

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Viviendo en Barcelona allá por 2002, me enganché tanto a Cuéntame como pasó, que cuándo regrese a mi país la seguí por RTVE en señal de cable. Que gran serie. Nada igual

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Sin duda una de las series míticas que ha marcado un antes y un después en la manera de hacer televisión. Al final ver a sus personajes era ver en cierto modo cada una de nuestras familias reflejada en uno u otro personaje. Sin duda tus cartas son imprescindibles los sábados. Porque siempre tocas la fibra. Gracias.

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