Super bien descrito, pero... ¿te gustan los domingos? A mi no mucho, he de decir ^^ Un día divagando sobre el tema escribí esto (tienes la audiencia que te mereces: tú divagas, nosotros también!)
No, no soy de la tribu de los domingos.
Esa energía a medias entre la inercia del fin de semana y la transición a la dinámica de trabajo no es lo mío. Y no, no empiezo la semana apretando dientes, me llena trabajar, pero, querido domingo, llamemos a las cosas por su nombre: lo nuestro no es un match.
Será porque no disfruto en exceso de los grises y aprieto el boli hasta que ese color que no se atreve a dar la cara saca su verdadero ser o se rompe el papel.
Así soy yo la mayor parte del tiempo, muy de lunes a sábado, poco de domingos.
Ay, Enric, he conectado de inmediato con mi adolescencia. Qué difíciles eran los domingos cuando en Madrid no abría todo y la vida estaba para vivirla, no para consumirla
Recuerdo los domingos en Madrid de muchos años atrás! Verdad era algo especial y si no salías a las afueras de la cuidad te sentías que Madrid te pertenecía a ti solo!! Que bonitos recuerdos has traido a mi mente!!!! Recuerdos que siempre estarán guardados en un cuarto de mi corazón!!!!
Que bonito escribes... tus lecturas me producen una sensación de felicidad similar al momento después de la ducha, tras el deporte de un sábado por la mañana.
Los Domingos huelen dulce & agridulce a partes iguales para mí! En una ciudad como Madrid era fácil vivirlos sola-en soledad (elegida la mayor parte de las veces). La variedad que ofrece esta ciudad huele diferente los Domingos.
Ahora, viviendo en un país diferente, con sus ventajas & desventajas, diferente calidad de vida al igual que forma de relacionarse...mis Domingos huelen a recuerdos, olores, imágenes, sensaciones de pasado, presente y futuro.
Mis Domingos huelen a una sonrisa, un cerrar ojos, un privilegio, un agradecimiento de corazón!
Super bien descrito, pero... ¿te gustan los domingos? A mi no mucho, he de decir ^^ Un día divagando sobre el tema escribí esto (tienes la audiencia que te mereces: tú divagas, nosotros también!)
No, no soy de la tribu de los domingos.
Esa energía a medias entre la inercia del fin de semana y la transición a la dinámica de trabajo no es lo mío. Y no, no empiezo la semana apretando dientes, me llena trabajar, pero, querido domingo, llamemos a las cosas por su nombre: lo nuestro no es un match.
Será porque no disfruto en exceso de los grises y aprieto el boli hasta que ese color que no se atreve a dar la cara saca su verdadero ser o se rompe el papel.
Así soy yo la mayor parte del tiempo, muy de lunes a sábado, poco de domingos.
Ay, Enric, he conectado de inmediato con mi adolescencia. Qué difíciles eran los domingos cuando en Madrid no abría todo y la vida estaba para vivirla, no para consumirla
Recuerdo los domingos en Madrid de muchos años atrás! Verdad era algo especial y si no salías a las afueras de la cuidad te sentías que Madrid te pertenecía a ti solo!! Que bonitos recuerdos has traido a mi mente!!!! Recuerdos que siempre estarán guardados en un cuarto de mi corazón!!!!
Tus textos me gustan cada vez más.
Que bonito escribes... tus lecturas me producen una sensación de felicidad similar al momento después de la ducha, tras el deporte de un sábado por la mañana.
Me gusta como escribes.
Me ha tocado/emocionado tu texto!
Los Domingos huelen dulce & agridulce a partes iguales para mí! En una ciudad como Madrid era fácil vivirlos sola-en soledad (elegida la mayor parte de las veces). La variedad que ofrece esta ciudad huele diferente los Domingos.
Ahora, viviendo en un país diferente, con sus ventajas & desventajas, diferente calidad de vida al igual que forma de relacionarse...mis Domingos huelen a recuerdos, olores, imágenes, sensaciones de pasado, presente y futuro.
Mis Domingos huelen a una sonrisa, un cerrar ojos, un privilegio, un agradecimiento de corazón!
Muuuuy bien escrito! Bravo, Enric!
Emociones.......!!!!!
Gracias!!!!!