Me he dado cuenta de que a cierta edad, es mucho más importante lo que somos capaces de desaprender que lo que aprendemos de nuevo. Cuando vas por la mitad del camino y ya le has dado un par de vueltas a casi todo, tienes la sensación de que pesan más las cosas que aprendiste mal que las que quedan por descubrir. Porque todo lo que venga estará condicionado por lo que (crees que) sabes.
La segunda parte de la vida va de quitarse piedras de los bolsillos. Deshacerse de lo que sobra para ir más ligero. Enfadarse poco, apasionarse mucho, discutir lo justo y querer bien. Porque el amor cura. Nos dijeron que era un huracán que lo hacía volar todo por los aires, pero no lo es. El amor es todo lo que pasa mientras el huracán arrasa. Es tapiar juntos las ventanas y cogerse de la mano a esperar la gran tormenta.
Pero el mal amor engancha. De forma figurada y literal. Se pega por todo el cuerpo y te impregna de miedos y dudas. Te hace estar alerta, te sobresalta y es adictivo, como todas las cosas que no nos sientan bien. Habría que empezar por no llamarlo amor, porque no lo es. Son nuestros temores más profundos gritándonos a la cara que aquello es la única solución, pero siempre nos mienten.
El amor es confianza. Solo es eso. Todo lo demás es artificio. El amor es ausencia de miedo. Y ese es el único que vale la pena: el amor tranquilo. La palabra justa, la caricia lenta, el cariño en todo. Compartir tiempo, descubrirse, admirarse. El amor no pesa ni ocupa espacio. Porque el amor es lo que queda cuando sacas lo que sobra.
*Mañana mandaré el primer mail Off the record en el que os recomendaré un lugar espectacular para ir a trabajar (en Barcelona), un podcast que nunca me pierdo, y que escucho con una libreta en la mano para tomar notas, y un libro que tiene un secreto.
No puede haber amor sin delicadeza, sin la profunda decisión de no lastimar (Walter Riso)
La mejor NL de todas las que he leído tuyas hasta ahora. ¡Me ha encantado! Hay varias frases~joya. Gracias
Pd* en un par de semanas me uno a Off the récord