Vivir el presente

Bienvenidos a los más de 1.000 suscriptores nuevos que han llegado a la newsletter desde que el otro día dijimos en la cuenta de Instagram del podcast No tiene nombre que mandaríamos un capítulo extra solo para los que estuvieran dentro de la newsletter. Lo mandaremos el jueves. ¡Gracias!

Mientras tanto, quería contaros que en verano estoy teniendo algo más de tiempo para leer libros pendientes, ver cosas atrasadas y escuchar podcast nuevos que tenía ganas de oír. Con (casi) 40 años uno cada vez se conoce más y me he dado cuenta de que solo consumo contenido que me inspire a la reflexión. Si no me hace pensar me aburro. No es que todo tenga que ser súper intenso y sesudo, pero el entretenimiento sin reflexión cada vez me convence menos. Es como cuando para salir de fiesta con 20 años te iba bien que pusieran cualquier música y que hubiera bebida, aunque fuera de garrafón. Ahora salir implica una cena en buena compañía con una conversación interesante. Sino… ¿para qué?

Uno de los podcast que tenía ganas de descubrir era Cómo hacer que te pasen cosas buenas de la psiquiatra Marian Rojas Estapé, que podéis escuchar en exclusiva en Spotify. Lo bueno de los podcast es que normalmente son atemporales, así que comencé por el capítulo 2X05, Vivir instalado en el pasado.

El podcast empieza con la definición, como psiquiatra, de lo que Marian Rojas considera que es la felicidad. Y dice así: La felicidad es la capacidad de vivir instalado de manera sana y equilibrada en el presente. Habiendo superado las heridas del pasado y mirando con ilusión al futuro. Esta definición me hizo reflexionar sobre la importancia de saber vivir el momento presente para ser feliz, pero sobre todo sobre qué hay en el pasado. Y la respuesta es: nada. Porque el pasado no existe. El pasado es un constructo mental y el futuro una suposición. Lo que sí existen son recuerdos que interpretamos desde el presente. Esa es la clave: desde el presente. Por eso a veces completamos esos recuerdos con cosas que jamás sucedieron pero que recordamos así. Porque el pasado no es más que un pensamiento desde el hoy. Por eso no es real, sino solo algo que, desde quien somos hoy, inventamos de nuevo.

Y con el futuro pasa exactamente igual. Ya que no es más que es la suposición de lo que pasará desde cómo vemos hoy el mundo, pero cuando lleguemos a ese futuro ya no lo veremos igual. Por eso es absurdo pensar en él. Porque simplemente no existe y nunca existirá tal y como lo imaginamos hoy. 

Creo que para ser felices no nos queda otra que aprender a vivir presentes.