Ayer me encontré con un vídeo en el que una chica le preguntaba a su pareja qué le contaría de ella misma, si perdiera la memoria, para que pudiera recordar cómo era antes. Me dejó pensando un buen rato. Qué nos contarían nuestros familiares y amigos para que recordáramos quiénes somos. ¿Qué nos caracteriza? ¿Cuáles son nuestras pasiones? ¿Qué hacemos en la vida? Y sobre todo, ¿por qué?
Supongo que nos define la música que escuchamos, los libros que leemos, en qué gastamos el tiempo que tenemos, quiénes son nuestros amigos, qué nos entristece y qué nos hace sonreír. Pero lo más difícil sería entender porqué nos gusta lo que nos gusta. Es imposible entender nuestro mundo sin saber de dónde venimos, cuáles son los recuerdos que nos han hecho ser quienes somos. Como un álbum vacío que no significa nada sin las fotos que le dan vida. El pasado pone contexto y nos da un lugar en la vida.
Lo comenté con varias personas y una me dijo que me leería mis textos para que reconociera, a través de los relatos, cómo pensaba. Me encantó esta respuesta porque sería una forma de acompañar sutilmente sin interferir demasiado con la inevitable opinión propia. Simplemente sentarse a leerme cómo entendía antes la vida. Qué me emocionaba, qué me movía, qué quería compartir con el mundo y desde dónde.
Creo que las personas con las que nos hemos cruzado en la vida también nos darían muchas pistas. A quién tratamos mal, a quién no perdonamos jamás, por quién teníamos debilidad, a quién queríamos al lado cuando teníamos un mal día. De quién nos enamoramos. Quién era nuestra persona más importante. Y quizá, con la visión del mundo de todos ellos, intuiríamos cuál era nuestra mirada y descubriríamos, no solo quién fuimos, sino quién nos gustaría llegar a ser.
Gracias Enric por escribir cada semana un texto que siempre llevan a la reflexión sobre uno mismo. No dejes de hacerlo es un placer leerte. 🫶
Tiene mucha fuerza esta pregunta