Lo bueno y lo malo de escribir, al menos en mi caso, es que no soy yo quien decide cuándo comenzar a hacerlo, sino que siempre es la escritura la que me encuentra. No puedo ponerme a escribir un rato o dedicarle ocho horas al día, simplemente hay momentos en los que tengo que pararlo todo y plasmar una idea que me invade con una especie de voz que me dicta. A mí la escritura me aborda.
© 2025 Enric Sánchez
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