Últimamente estoy viendo muchos vídeos sobre minimalismo y encontrándome cada vez con más personas que quieren practicarlo. Lo respeto, como todo lo que no hace daño a nadie. Que cada uno haga lo que le dé la gana, pero a mí no me encaja. Le he estado dando muchas vueltas y nunca me acaba de cerrar y creo que ya sé porqué.
Tengo la sensación de que cuando no sabemos lo que buscamos, nos conformamos con lo más parecido que encontramos. El minimalismo se acerca a mi postura respecto a lo de no acumular, pero no me encaja del todo. Y es que me gusta “disponer” de muchas cosas, pero me da igual “poseerlas”. Lo mío, más que minimalismo, sería: “no poseísmo”.
Me hace sentir cómodo no tener que poseer las cosas para poder disfrutar de ellas. Vivo de alquiler, mi coche es de renting, pago una cuota para ir al gimnasio… Usar las cosas sin poseerlas. Así sientes la ligereza de no tener nada y las ventajas de tenerlo todo a la vez. No se trata de no tener, sino de no poseer. Lo tengo, lo disfruto, pero no lo poseo porque en realidad nada es mío. Estamos aquí un ratito y la falsa idea de la posesión nos amarga la vida. Cuando aceptas que vas a disfrutar de las cosas mientras puedas pero que nada es tuyo, la experiencia mejora bastante.
Y me pasa incluso con la visión que tengo del dinero. No quiero “tener” mucho dinero sino disponer de mucho dinero para poder disfrutar de las cosas que quiero. Parece que sea lo mismo, pero no lo es. El enfoque cambia mucho. El dinero pasa por ti pero no es tuyo. Nada ES tuyo, solo lo tienes tú momentáneamente. Al hilo de esta forma de ver las cosas, siempre me ha encantado el slogan de la marca de relojes Patek Philippe:
“Nunca un Patek Philippe es del todo suyo. Suyo es el placer de custodiarlo hasta la siguiente generación”.
La marca de relojes simplemente intenta justificar que te gastes 40.000€ en una de sus piezas alegando que es como una joya que también disfrutarán tus hijos y tus nietos, pero hay algo en esa forma de verlo que me gusta.
También funciona con las relaciones. De pareja, de amistad o familiares. Tendemos a poner el “mí” delante de todo, pero nada y por supuesto nadie nos pertenece. ¿Te imaginas conocer a un nuevo amigo y decirle: “ok, podemos seguir quedando pero solo si eres mío. Solo si eres de mi propiedad y no hablas con nadie más”. Probablemente la persona saldría corriendo. Pues eso es lo que hacemos con casi todo.
No quiero minimalismo, quiero disfrutar de todo lo que ofrece la vida. Tanto experiencias como cosas materiales y personas. Sí, esto es un videojuego y quiero vivirlo con todas las posibilidades que ofrece. Pero siendo muy consciente de que cuando llegue el game over me iré con las manos vacías. Disfrutarlo todo sabiendo que no poseo nada.
Este newsletter ha llegado en el momento justo en el que lo necsitaba.
Hace unos 2 años compre por primera vez mi apartamento propio. Para mi implicaba mucho emocionalmente por mi historia de vida.
Tuve que mudarme a otro país y ya no puedo usar mas mi apartamento y el apego que tenía hacia el no me dejaba alquilarlo y que otro lo disfrute. Pensaba y si lo dañan; y si algún día vuelvo y no está como lo deje.
Así que llevo meses y meses pagando el condominio, luz, gas de un lugar donde no vivo !!
Hoy después de leer esto tuve ese inside de que nada me pertenece en realidad .
Se alquila !!!!
Básicamente acabas de describir lo que es él minimalismo realmente