Decía el escritor Charles Bukowski: Cuando nadie te despierta por la mañana, cuando nadie te espera en la noche y cuando puedes hacer lo que quieras. ¿Cómo lo llamas? ¿Libertad o soledad?
Nos guste o no, todos convivimos con el narrador de nuestra historia. Una voz en off que nos va contando su versión de lo que ocurre. Es él quien decide si dice soledad o libertad. La parte buena es que, por más que quiera, ese narrador no el protagonista de la película. Solo es un viejo mentiroso y desconfiado al que le han hecho daño.
Tiene mucho miedo y odia el presente. Le encanta rebuscar en el pasado e imaginar el futuro. Necesita recordar batallitas e inventar lo que pasará, porque si no, no tiene nada que decir. Le aterra el silencio del aquí y el ahora.
Discutir con él no sirve de nada e intentar negociar es todavía peor. Porque siempre quiere tener razón y es muy tramposo. Lo que quiere de verdad es tener una vida como la nuestra, llena de posibilidades y experiencias nuevas. Se muere de envidia, encerrado en esa habitación tan estrecha y oscura llamada mente.
Su repertorio es muy variado: No podrás, no eres suficiente, no te quiere, va a ser difícil, no lo conseguirás, a todos les va mejor, no vales, no lo intentes, fracasarás, antes era mejor, eso da miedo, es lo que hay…
No podremos dejar de escucharlo, pero el gran reto quizá sea no olvidar que ésta es nuestra película. Y que ya estamos rodando. No ha habido ensayos ni nos han dejado escoger al equipo, pero sigue siendo nuestra. Y lo único que podemos hacer con él es dejarlo hablar mientras le demostramos que se equivoca.
Sin duda depende de si dejas al mando al narrador o decides ser tú y construir lo que deseas. Sea como sea a ratos nosotros mismos decimos soledad y en otros libertad. Lo que sí es cierto es que somos nosotros quienes decidimos independientemente de lo que escuchemos en nuestra mente. Gracias por compartir estas reflexiones que suman y remueven. ¡Feliz domingo!
Enric! Me encanta como lo has expresado. Un narrador un poco atrevido e ignorante ☺️. Pero para eso estamos nosotros mismos, podríamos llamarnos “editores” y de esa forma tener la oportunidad de modificar aquello que ese narrador tan abundante nos dice. Al fin y al cabo nosotros escribimos nuestra historia, él sólo es capaz de narrarla. 😂.
Un abrazo.