1 de enero, concierto de año nuevo en la tele. Viene el frío. Resaca de la navidad, propósitos que no se cumplen y rebajas.
Cada vez hace más frío, febrero es más corto pero los días empiezan a alargarse y nos disfrazamos.
¡Ya es marzo! Empezamos a decirnos que queda poco para el verano, pero sabemos que es mentira. Corbata y colonia para papá.
Los días ya son largos de verdad, el sol cada vez calienta más y la primavera asoma. Abril es un mes bonito, de flores y libros.
Mayo trae regalos a las madres y fiesta a los trabajadores.
En junio ya se huele el ansiado verano. Baja el ritmo y sube la temperatura.
Julio y agosto pasan volando entre: piscinas, viajes, arena, sol, mar y olor a crema solar.
Septiembre cae como una losa y nos devuelve a la realidad. Reencuentros, libros, anécdotas y recuerdos del verano.
Ya está aquí el otoño. En octubre empiezan a caer las hojas de los árboles y ya ni nos acordamos de las vacaciones.
De los que sí nos acordamos es de los que ya no están en noviembre. Lo comenzamos con cementerios, miradas al cielo y lágrimas.
¿Ya es navidad otra vez? Regalos, lotería y (demasiada) familia en diciembre.
Repetir el mismo proceso en bucle durante unos 80 años...
Y la vida es todo lo que decidimos poner en medio.
Y la vida es todo lo que empezó a poner por medio!! Genial 👌🏻
Que maravilla tus relatos cortos de newsletter..son chutes de realidad, reflexión y conseguir evadirme. Gracias!