Parece que fue ayer cuando llegué a Nueva York cargado de ilusión y con unas ganas locas de la aventura que estaba por llegar y de disfrutar una de las mejores experiencias de mi vida. Y, sin embargo, ya han pasado 45 días. Hoy, a las 23:45 nos subimos al avión de vuelta a Barcelona donde, por suerte, también tenemos ganas de volver. Pero echaré de menos esta nueva rutina que ya habíamos creado aquí.
Las calles de Manhattan tienen una energía especial que conecta con una parte de mí que no sale a la luz en otros lugares. Es una sensación de grandeza y de que todo es posible, un tanto difícil de explicar. O lo sientes o no. A Nueva York, o la amas o la odias, no admite medias tintas. Yo la amo. A pesar de las sirenas insoportables, de la incomodidad, de los precios desorbitados, del olor a marihuana, de la prisa de la gente y del ritmo frenético. Porque Nueva York conserva una esencia que sigue haciéndote soñar. Cada calle es miles de historias escritas que, si estás un poco atento, puedes leer.
En este viaje he conocido mucho más a Juana, una (ya) amiga que ha sido guía en todos los sentidos. Nos ha enseñado los mejores lugares, aquellos que no sabe casi nadie, pero también nos ha dado los mejores consejos y nos ha hecho sentir en casa. El jueves fue el día de acción de gracias y nos invitó a pasarlo con su familia. Comimos, reímos, lloramos y agradecimos mucho. Es bonito sentarse en una mesa con desconocidos y decir en voz alta aquellas cosas por las que te sientes agradecido. Thanksgiving es el día más importante en EEUU porque no forma parte de ninguna religión y por eso lo celebra todo el mundo.
Tengo muchas ganas de contaros algo que supongo que muchos podréis imaginar, pero prefiero esperar a que esté todo más avanzado. No voy a ser padre y no me caso (de momento). Tiene que ver con escribir y con este viaje. Y me muero por compartirlo con los que me leéis cada semana. Como siempre que se acaba un viaje, comienza otro. Pero esta nueva aventura, la vamos a vivir juntos.
Gracias por compartir tu aventura y ver en fotos tu paseo en diferentes lugares !
Mi hijo lleva 4 años en USA, con una beca de deporte cerca de NY y cada año le invita su entrenador a su casa , el jueves me explicaba que porque en España no hay un día tan especial , me explicaba que es un día especial , por abrir las puertas a todos y comida que la hacen no la compran , estaba feliz de vivirlo cada año . El año que viene que ya habrá terminado quiero empezar esta tradición en casa con el y abrir las puertas a vecinos que quieran aportar un plato , y abrazos muchos abrazos , calidad de tiempo y de abrazar que es hablar sin palabras.
Que curioso que nos quedamos de USA, black friday , Halloween, pero no thanksgiving, pero en la mía solo va quedar el último ♥️
Me encantó veros en casa de @juanadream con su vajilla y Sargadelos y la belleza de su casa. Deseando leer tu libro recopilatorio de relatos de NYC. Yo también sentí esa grandeza cuando visité NYC.