Aquí y ahora

Encontrarse en el momento adecuado. Ese es el secreto de las relaciones. No solo hablo de las relaciones de pareja, sino también de las relaciones de amistad. El otro día un amigo de esos que consideras familia en poco tiempo, me decía que seguramente unos años atrás no hubiéramos conectado. Y me sorprendió, pero probablemente tenga razón. 

Para mí eso es una buena señal. Significa que cambiamos y evolucionamos. No somos las mismas personas que hace 10 años y mucho menos que hace 20. Pero es curioso que el momento adecuado en el tiempo tenga tanto que ver con quién nos relacionamos. Por eso a lo largo de la vida hay amistades que vamos dejando atrás y otras llegan. No pasa nada. Simplemente son las personas que necesita nuestro yo actual. Si eso no pasara sería como intentar ponernos un pantalón de cuando teníamos 15 años. Es imposible, ya no nos sirve. El pantalón no es ni mejor ni peor, de hecho puede que fuera nuestro pantalón favorito pero nosotros ya no somos los mismos. 

Ese amigo me decía que también le pasa con su pareja. Que alguna vez han fantaseado con haberse conocido antes, quizá con menos cargas. Pero seguramente antes no se hubieran gustado igual porque no es cuestión de acumular más años, sino de conocerse en el momento perfecto para poder darle los mejores de tu vida. La calidad siempre debería ganar a la cantidad. 

Pasa con todo. También con libros o películas. Algunas que recordamos como obras maestras son bastante mejorables a nuestros ojos de hoy. O todo lo contrario. Libros que quizá en su momento nos parecieron aburridos, pueden sorprendernos cuando los releemos con otra edad y sobre todo con otras experiencias. Y también ocurre con los lugares. Cuántas veces hemos vuelto a un sitio que nos parecía inmenso en nuestra infancia y ha resultado ser minúsculo de mayores. El sitio es el mismo, pero nosotros no. 

Viajes, personas, libros, amores, lugares, películas… La clave siempre es conocerse en el momento adecuado.